miércoles, 23 de septiembre de 2009
El perro y su imagen.
Cierto perro cogió entre sus dientes un gran pedazo de carne."¡Qué magnífico!", se dijo el incauto animal."Lo llevaré a casa y allí lo comeré a mi regalado gusto".
en el camino cruzó un arroyuelo, cuyas cristalinas aguas reflejaron su imagen, y le hicieron ver ingenuamente a otro perro con una presa más grande en el hocico.
Como el animal tenía hambre, abrió la boca y se zambulló en el agua para coger el pedazo del perro. Mas, ¡oh desencanto!, se sumergió hasta el fondo y no encontró a su rival.
Entonces se dio cuenta, aunque tarde, de que su gula le había costado la pérdida de su propia presa.
Más vale pájaro en mano
que ciento volando.
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